Bajo 1 Timoteo 3:2-7 y considerando Mateo 18:15-17, las acusaciones de Jezabel (Julie Roys) no descalificaron bíblicamente a John MacArthur como pastor.
Dado que Roys (Jezabel) no fue miembro de Grace Community Church, no tiene la autoridad eclesiástica para presentar un testimonio válido en el contexto de la disciplina de la iglesia según Mateo 18. Sus informes, aunque generan preocupación pública y podrían afectar la percepción del "buen testimonio de los de afuera" (1 Timoteo 3:7), no cumplen con el proceso bíblico para establecer una acusación formal contra un pastor.
Además, las acusaciones carecen de evidencia legal concluyente (como condenas) que demuestre una violación clara de los criterios de 1 Timoteo 3, como ser irreprensible, no codicioso o no apacible.Aunque las acusaciones sobre el manejo de casos de abuso (por ejemplo, Eileen Gray o Wendy Guay) plantean preguntas serias sobre el juicio pastoral de MacArthur, la falta de un proceso conforme a Mateo 18 y la ausencia de pruebas definitivas de pecado grave o intencional sugieren que no se alcanza el umbral bíblico para descalificación.
MacArthur cumple claramente con otros criterios, como ser apto para enseñar, no ser neófito y gobernar bien su casa. Por lo tanto, bíblicamente, las acusaciones de Roys no descalificaron a MacArthur como pastor.
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