Tanto el nuevo papa León XIV como el presidente Donald Trump se han encargado de llevar a cabo esencialmente la misma tarea, aunque desde lados opuestos para encontrarse en el medio.
Si bien la gran noticia de esta semana ha sido la elección de un nuevo papa para sentarse en el trono del Imperio Romano, la verdadera historia se está desarrollando silenciosamente en el Medio Oriente.
El presidente Donald Trump y los titanes de la tecnología se dirigen a Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar la próxima semana, pasando por alto e ignorando a Israel en el proceso. No solo eso, sino que Trump reveló que había hecho un trato con los hutíes desconocido para Netanyahu, quien quedó en la oscuridad. Para colmo, Trump está bromeando con "un anuncio muy, muy grande... tan grande como se pone". Ese es el memorándum.
"Y en su frente estaba escrito un nombre: MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA". Apocalipsis 17:5 (RV)
Antes de convertirse en el Papa León XIV, Robert Prevost fue nombrado cardenal por el Papa Francisco, y no solo eso, también como prefecto del Dicasterio de los Obispos. Así que, obviamente, es uno de los principales que el Papa Francisco puso en marcha para que la agenda radical que estableció durante sus 12 años como Pontifex Maximus se siguiera llevando a cabo.
Hoy vemos a dos fuerzas políticas y religiosas, la primera es el Papa León XIV y la segunda el Presidente Donald Trump. Juntos, estos hombres están trabajando en lados opuestos de la misma moneda para finalmente encontrarse en el medio. El fin de los tiempos se está desplegando ante tus ojos, ¿puedes verlo?
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